Marwin González asegura que está más entusiasmado por las victorias que
han alcanzado los Astros en sus dos últimos partidos, que con su
actuación personal. Pero su ofensiva le ha ganado elogios del manager Bo
Porter y, probablemente, la posibilidad de comenzar a jugar a diario en
el campocorto sideral.
“Luego de ese difícil inicio de temporada
(en el que el equipo perdió seis partidos seguidos), ganar en Seattle
fue muy importante y creo que al final es lo que cuenta. No pienso en
mis estadísticas personales”, enfatizó el bolivarense, por teléfono
desde Houston.
González ligó 5 imparables en 6 turnos, incluidos 2
jonrones que igualaron su tope en 2012, anotó 4 veces y remolcó 3
carreras, para elevar su línea de producción a .444/.545/.833 con un
excepcional OPS de 1.379, en el inicio de la campaña.
“Creo que
hice los ajustes correctos para enfrentar al pitcheo de los Marineros y
sólo queda seguir trabajando. Es lo que siempre hago. No cambio mis
rutinas, sin importar si estoy o no en la alineación”.
González comenzó la temporada alternándose con el experimentado Ronny Cedeño, adquirido como agente libre durante la primavera.
“Pienso que está haciendo un buen trabajo y se ganó el derecho de tener más juegos como titular”, dijo Porter a MLB.com.
Antes,
el venezolano había dado un paso al frente para hacerse notar con un
imparable que rompió el juego perfecto que el derecho de Texas, Yu
Darvish, estuvo a punto de completar la semana pasada. El indiscutible
llegó con dos outs, en el noveno inning.
“Todo pelotero aspira a ser
regular y no soy la excepción, pero no creo que este sea el momento para
ser egoístas. Me llevo muy bien con Cedeño. Al final es algo que no
está en mis manos. Sólo espero que sigamos mejorando como equipo”.
Lo importante, aseguró González, es mantener “la mente positiva”.
“El
año pasado, como regla 5, debía demostrar que podía quedarme en las
mayores. Esta vez llegué al spring training más relajado, con la certeza
de estar con el equipo. Ese positivismo ayuda”.
También le ayudará seguir produciendo porque su guante no deja resquicios a la duda.
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